miércoles, 28 de marzo de 2007

Papá, mamá... quiero hacerme una cirugía



En los Estados Unidos, el país que cuenta con la mayor industria de cirugía plástica del mundo, el índice de adolescentes menores de 18 años que se ha realizado una cirugía, representa tan solo el 3% del total de procedimientos quirúrgicos hechos cada año. Sin embargo, quince años atrás, este índice era prácticamente nulo.
Entre las cirugías que más comúnmente se realizan los adolescentes, se encuentran las de de nariz y las de reducción de busto. En el primero de los casos, la cirugía se puede realizar solo cuando la nariz ha alcanzado un 90% de su crecimiento, lo que puede ocurrir desde los 13 o 14 años en las muchachas, y desde los 15 o 16 en los muchachos.



Pechos, en muchachas y muchachos



Tanto los chicos como las chicas pueden desear reducir sus pechos. En los varones, el desarrollo excesivo de los pechos, en uno o ambos lados, es una condición llamada ginecomastia, y afecta a entre el 30 y el 40 por ciento de los hombres, muchos de los cuales son todavía adolescentes. En algunos casos, la ginecomastia puede ser muy leve, y desaparece con el correr de los años. Pero en otros casos, el problema persiste y puede convertirse en un conflicto psicosocial muy significativo. El exceso de tejido en los pechos, se puede quitar desde que el chico comienza su adolescencia, es decir desde los 13 o 14 años




En el caso de las chicas, la reducción de busto puede también ayudar a que dejen de sufrir dolores de espalda, problemas de postura, y erupciones de piel que son causadas a menudo por los pechos excesivamente grandes. Cuando debe ser quitado un volumen muy grande de tejido del pecho, el procedimiento se considera reconstructivo, antes que estético, y puede ser cubierto por algunos seguros médicos.
Tanto los adolescentes que estén pensando en realizarse una cirugía estética, como sus padres, deben tener en cuenta tres consideraciones muy importantes:



1 - En primer lugar, debe ser el mismo adolescente quien exprese el deseo de realizarse la operación. Si son los padres quienes le sugieren la necesidad de una cirugía estética, los chicos podrían crearse una inseguridad allí donde esta no existía previamente. De cualquier forma, si usted sospecha que su hijo está experimentando sensaciones negativas debido a alguna característica de su cuerpo, puede intentar realizarle algunas preguntas bien amplias, que no contengan sugerencias, como por ejemplo “¿Tendrías muchas ganas de cambiar algo de tu cuerpo?”



2 - Los padres también deben estar muy alertas para darse cuenta si sus hijos tienen expectativas poco realistas sobre cómo podría ayudarlos la cirugía estética. Por lo tanto, pídale a su hijo adolescente que exprese claramente que característica de su cuerpo lo incomodan, qué efecto han tenido y por cuánto tiempo, y cómo él cree que esto cambiaría o mejoraría luego de la cirugía. Si ve que existen muchas fantasías en su respuesta, será más importante abordar el conflicto desde otro ámbito.



3 - Con todo, los padres deben tener presente que, durante los años de adolescencia, se le presta una gran importancia a la estética, y existe un fuerte deseo de ser tal como uno quiere. Por lo tanto, en algunos casos extremos, ciertas zonas de sus cuerpos podrían afectarlos sustancialmente, aunque, en otros casos, sólo se trata de un “capricho” relacionado con la edad, por lo que no se le debe dar mayor importancia.

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